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EL SECRETO DEL CRISTAL DE MURANO

LA EXQUISITA ALQUIMIA DE UN OFICIO ETERNO

Han sido varios los hitos de la artesanía y la creatividad humanas a lo largo de los siglos. Gracias a la combinación de prácticas alquimistas, métodos de producción de alto secretismo y una belleza visual impactante, el cristal de Murano es un ejemplo superlativo de la artesanía italiana, en el que cada una de las exclusivas piezas cuenta con una gran carga de historia y conocimiento.

Ya solo su sobrecogedora belleza y la destreza que implica justifican la reputación, el prestigio y el aura de fascinación de las piezas de cristal de Murano. Pero este singular linaje artístico encierra mucho más detrás de su cautivador aspecto. La historia del cristal de Murano se remonta a una diminuta isla veneciana rodeada de tradición y leyenda, e imbuida por la experimentación alquímica.

LARGA VIDA A LA GLORIA DE MURANO

Los inimitables vidrieros de Murano disfrutaban del estatus de alquimistas y artesanos del más alto nivel, y su trabajo era considerado un tesoro incomparable en la República de Venecia. No fueron pocos los rumores que alimentaban el misterio de sus piezas únicas. Estos giraban principalmente en torno a los artesanos de Murano y las prácticas que llevaban a cabo. Quizá el que más se extendió en el tiempo fue aquel que afirmaba que los vidrieros tenían que pagar diversas multas cada vez que salían de la isla, por miedo a que sus conocimientos se extendieran demasiado. Lo sorprendente es que esto fue realmente así durante un tiempo. El recelo por mantener sus técnicas en secreto era tal, que no faltaron durante la Edad Media los castigos, desde la mismísima prisión a los trabajos forzosos e incluso la muerte, aplicables a todos aquellos que se arriesgasen a exponer los secretos de la isla.

Pese a su incursión mínima en el campo de la física y química, la alquimia ha sido vista con bastante recelo por el público en general, quien ha tendido siempre a relacionar los laboratorios de alquimistas con centros de brujerías y ciencias oscuras. Producto de la fundición de metales con el uso de elementos en polvo, las coloridas y deslumbrantes piezas de Murano parecían haber salido de la tierra, y eran consideradas objets d’art con, hasta cierto punto, propiedades mágicas entre las que destacaban la capacidad para detectar y neutralizar veneno.

Técnica de diseño de cristal de Murano. Créditos de la foto ©Marina Lanotte.
LA CREACIÓN DEL CRISTAL DE MURANO
Sinergia única entre el entendimiento científico y la creación de belleza con cristal de Murano.

El origen de estas piezas de vidrio coloreado, fino y exquisito no tuvo lugar en la Venecia del siglo XIII. Se cree que tal talento artístico y la alquimia sobre la que se asientan sus cimientos llegaron a la Península desde Egipto, Mesopotamia y más allá. No obstante, el auge artístico y cultural y comercial sin precedentes vivido durante la Venecia medieval y renacentista sin duda contribuyó a que el cristal de Murano se hiciera con su grandiosa reputación a lo largo del continente.

Puede que gran parte de los secretos de alquimia de Murano se perdieran debido al paso del tiempo y la inestabilidad política, pero las piezas que han sobrevivido del siglo XV han dado cuenta de las técnicas empleadas y de los estilos con mayor popularidad. Por ejemplo, sabemos que los sopladores de vidrio de Murano solían quemar sales de estaño y titanio para conseguir acabados iridiscentes en sus creaciones, mientras que la famosa cerámica avventurina con motas doradas se lograba añadiendo pequeños cristales de cobre en el vidrio. Gracias a sus potentes hornos, los vidrieros de Murano pudieron experimentar con los colores presentes en los óxidos de metal y usarlos para crear obras maestras llenas de vida. La sinergia entre el entendimiento científico y la creación de belleza era más fuerte que nunca, y se encontraba sin duda en su mayor cenit hasta el momento.

Los siglos XV y XVI fueron épocas muy fructíferas para Venecia y de una gran innovación para Murano, gracias a la cual se perfeccionó el cristallo, el arte de crear un vidrio transparente de uso doméstico y decorativo. La técnica millefiori surgió más o menos por aquella época. Mediante esta técnica se creaban filigranas de vidrio coloreado que interactuaban para crear llamativos motivos florales. Hacia finales del siglo XVI, los alquimistas y sopladores de vidrio de Murano reescribieron por completo el reglamento de su oficio. Se fabricaba vidrio a semejanza del mármol, y el esmaltado y el grabado con diamante aumentaron ampliamente las posibilidades decorativas, dando lugar a una demanda creciente y a una experimentación aún más artística.

NUEVO AUGE DE LA ALQUIMIA DURANTE EL SIGLO XX

Las fábricas de vidrio de Murano han sido consideradas como un pilar fundamental en la artesanía veneciana y del sector durante más de quinientos años, hasta que fueron eventualmente cerradas a mediados del siglo XIX. Pese a ello, el espíritu artístico se mantuvo latente y no tardó mucho en despertar. En el siglo XX, un grupo de dedicados sopladores de vidrio recuperaron y revivieron el legado de Murano. Adoptaron la alquimia de Murano, exploraron sus históricas técnicas y no dudaron en lanzarse a las prácticas originales, mejorándolas con el conocimiento contemporáneo.

A principios del siglo XX, las obras de cristal de Murano eran más impactantes que nunca gracias al dominio del color, la claridad y la precisión que se prodigaba entre el torbellino de creatividad que emanaba del Art Nouveau y Art Deco, así como de una profusa lista de escuelas artísticas que desprendían ideas y lenguajes completamente nuevos. El cristal de Murano, todavía bajo preceptos y sensibilidades históricas y renacentistas, corría el riesgo de convertirse en algo que no había sido hasta ahora: nostálgico. El cambio de siglo propició numerosos intentos de redirigir el oficio y de dotarlo de un sistema formalizado en la isla. A pesar de que la nueva estructura resultó en algunos hitos para el sector —principalmente protagonizados por sopladores de vidrio y artesanos—, no fue hasta la expansión del mercado del lujo en los años 80 cuando el cristal de Murano volvió a encontrarse a sí mismo.

El nuevo auge de las piezas de cristal de Murano tuvo su origen, entre otros, en un mercado renovado ansioso de unicidad y de sentido de la tradición, que anteponía la artesanía individual y local frente a la producción masiva. Esta demanda creciente tuvo como resultado una industria más orientada al arte, que favoreció la creatividad de los diseñadores y sopladores de vidrio de Murano, que creaban piezas más acordes con los gustos modernos con un énfasis más evidente hacia lo único y personalizado.

El cristal de Murano es el resultado de una tradición artesanal milenaria enriquecida por el misterio de lo desconocido. Imbuidos por la intriga y reafirmados por la mitología, guardianes de los secretos de alquimia del pasado, los tesoros de Murano reflejan un deseo común por admirar los objetos de gran belleza y los misterios, coloreado por el afán humano de perfección.

El cristal de Murano, cuando la artesanía se convierte en arte. Créditos de la foto ©Alex Mirzak.
LA ALQUIMIA EXQUISITA DE LA PRAIRIE
Platinum Rare Collection

La preciada Platinum Rare Collection encuentra su razón de ser en el arte de la transformación y la formulación. Al igual que sucede con el cristal de Murano, el proceso comienza con un ingrediente único que posteriormente se transforma mediante un meticuloso proceso de artesanía inmaculada. Apreciado no solo por su mera belleza, el platino es tan resistente como duradero, soportando los azotes del tiempo.

Los artistas comenzaron a valorar el platino por su infinita maleabilidad, que les permite moldear este metal precioso, esculpirlo y adaptarlo a creaciones que rompen los límites de sus oficios. Antes de darle forma para su engaste, el platino ha de ser calentado a una temperatura astronómica de 1770 grados Celsius. A partir de ahí, puede ser transformado y adoptar un amplio abanico de versiones, desde su forma líquida a los imponentes bloques, y desde las delicadas filigranas, a los hilos infinitésimos.

Es la calidad fascinante del platino lo que ha llevado a La Prairie a desarrollar la Platinum Rare Collection, a través de la cual pretende desvelar, destacar y mostrar la inherente y eterna belleza de la piel.

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