SAVOIR-FAIRE

LA PRAIRIE INVITA A: AUDEMARS PIGUET

UNA CONVERSACIÓN SOBRE LA BELLEZA DE LA ETERNIDAD

Al igual que La Prairie, Audemars Piguet ha estado vinculada estrechamente al arte desde sus comienzos. Con una visión común de audacia, estética incomparable y eternidad, ambas firmas suizas se han aliado con Art Basel, la más importante feria de arte contemporáneo y moderno del mundo con sede en Basel, Hong Kong y Miami. Audemars Piguet, uno de los fabricantes de relojes de lujo con más renombre a nivel internacional ha conquistado el arte de la perfección a través de una innovación vanguardista.

ROYAL OAK

En 1972, 97 años después de su nacimiento, la firma suiza se planteó crear lo inimaginable. En su continuo afán por aunar excelencia artística y experiencia técnica, Audemars Piguet presentó un reloj que agitó las tranquilas aguas de la horología. Logró trascender la poco agraciada estética deportiva para crear una obra de arte que destilaba opulencia e ingeniería.

El Royal Oak era deportivo, pero al mismo tiempo infinitamente bello. Alabada con la reverencia del oro, su caja de acero relucía como tal. El bisel, con una indómita forma octogonal, y el estampado tipo ‘tapicería’ de su esfera embaucaban a todos con su capacidad para reflejar la luz. Resultado de un diseño audaz y de una artesanía magistral, el Royal Oak supo entrar en la élite de los clásicos imperecederos.

Royal Oak de Audemars Piguet.
LA FILOSOFÍA DEL LUJO
El pabellón de Audemars Piguet en Art Basel in Basel.

Con sede en el Vallée de Joux, conocido por ser la cuna de la alta relojería, la firma sigue destacando por su innovación y sofisticación. No cesa de regalar a los devotos del Royak Oak continuas actualizaciones, produciendo un número limitado de relojes —40 000 unidades— cada año para preservar la exclusividad de todas sus colecciones.

“Creo que los productos de lujo se han convertido casi en un refugio filosófico del ritmo en el que se mueve el mundo estos días”, declara Chadi Gruber, el responsable de desarrollo de producto de Audemars Piguet. “El lujo implica poder tomarnos nuestro tiempo en un mundo en el que todo sucede muy rápido. Proponemos una perfección ralentizada.”

Los lujos no solo parecen detener el tiempo, también crean una resonancia poética.

“La creatividad de nuestros diseños y movimientos, y la meticulosa precisión y excepcionalidad de nuestros materiales son una invitación a huir de las simples necesidades vitales”, añade Chadi. “Creamos objetos que permiten viajar al interior, tal y como lo hace el arte. Nuestra misión es crear emociones y transportar más allá del mundo meramente material y tecnológico. El creador muestra su alma en su obra, al igual que lo hacen nuestros relojes. Llevan consigo una parte del alma del artesano que lo creó. Suelo hacer la analogía entre nuestros relojes y el arte porque, para mí, un reloj es como un cuadro que llevas en la muñeca.”

VALORES SUIZOS

El país que la vio nacer, Suiza, se ha convertido en sinónimo de lujo, elegancia y precisión gracias a su centenaria cultura de formalidad, calidad y esfuerzo", afirma Chadi.

El carácter trabajador de los suizos, junto con su dura climatología, ha ayudado a que sean hoy día líderes en horología, siendo los granjeros con un afán por la precisión los que dedicaban los largos inviernos a fabricar relojes. Audemars Piguet sigue aportando elegancia atemporal a la industria de los relojes gracias a su rico legado y a su visión de futuro. ¿Cómo hacen para adelantarse a su tiempo? “Diría que vamos perfectamente a tiempo. Es solo que lo sabemos antes que nadie”, confiesa Chadi.

Las oficinas centrales originarias de Audemars Piguet