INNOVACIONES

CIENCIA SUIZA: PASIÓN POR EL CONOCIMIENTO

LA CIENTÍFICA SUIZA QUE ESTÁ DESVELANDO LOS SECRETOS DEL UNIVERSO

Desde uno de los centros de investigación científica más grandes y respetados del mundo, la física de partículas Alison Lister se encuentra inmersa en una búsqueda por desvelar los secretos del universo. Y es en el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, cerca de Ginebra, donde realiza su fascinante labor. Este legendario laboratorio suizo acoge los instrumentos científicos más grandes y complejos a nivel internacional, que se utilizan para estudiar los integrantes básicos de la materia; es decir, las partículas fundamentales de la vida.

CIENCIA Y ARTE
El globo de la ciencia y la innovación del CERN.

La World Wide Web se inventó en el CERN en 1989 y la esperada partícula subatómica del bosón de Higgs se descubrió en 2012; un hito que está considerado como uno de los grandes triunfos de la ciencia. “Todos participamos en el descubrimiento”, afirma Alison. “Creo que el verdadero logro fue la confluencia de grandes físicos que pensaron en la idea del mecanismo de Higgs y se esforzaron a lo largo del tiempo para encontrarlo.” Alison está convencida de que factores como la ubicación privilegiada de Suiza, en pleno centro de Europa, junto a su excepcional calidad de vida, favorecen la dilatada y noble tradición que ostenta el país de estar a la vanguardia de la ciencia y la innovación. Desde el CERN siempre se ha explorado el mundo, pero no solo desde un punto de vista científico, sino también a través del arte, sin duda, se trata de una visión que comparte La Prairie. El arte en el CERN se manifiesta a través de su programa de arte y ciencia e inspira el diálogo entre artistas y físicos de partículas, con el propósito de que ambos examinen la existencia y el significado de ser humanos. “El arte siempre ha sido una cuestión fundamental”, comenta Alison. “Es una manera de expresar la vida, las emociones, incluso la ciencia, a través de distintas formas que trascienden las palabras.”

INNOVACIÓN Y SUIZA

Alison nació en Suiza y sus padres son físicos del CERN. Actualmente trabaja en el detector ATLAS de 7000 toneladas, que prueba las partículas fundamentales.

El detector se encuentra en el impresionante Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más potente y grande del mundo, que se materializa bajo tierra en un anillo de 27 kilómetros. Los aceleradores impulsan haces de partículas hasta alcanzar energías muy altas. Estos haces están hechos para colisionar los unos con los otros o bien con objetivos estacionarios; mientras que los detectores se encargan de observar y registrar los resultados de estas colisiones. “Queda un 95 % del universo por descubrir”, afirma. “La materia oscura, por ejemplo, es algo que sabemos que está ahí fuera, pero hasta que no podamos producirla en el laboratorio o detectarla de alguna forma en la tierra, no sabremos de qué está hecha. Es fascinante poder vivir en estos tiempos”.

Como un ejercicio poético que se equilibra con su deslumbrante investigación científica, Alison pasa gran parte de su tiempo libre deleitándose con la belleza de los imponentes Alpes suizos. Ya sea haciendo senderismo o esquí entre estas maravillas naturales, se adentra en un mundo único donde el tiempo se detiene. Estos momentos de calma, encapsulados en la prístina Suiza, alimentan su alma y le ofrecen la inspiración que necesita para seguir resolviendo los enigmas del universo.

El Gran Colisionador de Hadrones
CIENCIA EN LA PRAIRIE
El Cellular Complex exclusivo de La Prairie. 

La identidad de La Prairie no solo está ligada al arte, sino que también bebe de la herencia y la innovación de la ciencia suiza. De hecho, el doctor Paul Niehans, que estudió en la Universidad de Zúrich, fue quien realizó un avanzado descubrimiento en Clinique La Prairie, en Montreux, en 1931, al desarrollar la terapia celular con resultados extraordinarios. Inspirándose en la clínica, La Prairie creó su Cellular Complex exclusivo basándose en la ciencia de la terapia celular; sin duda, un secreto muy bien guardado, encapsulado en el corazón de La Prairie. Con la intención de desarrollar fórmulas innovadoras a la vez que sublimes con los ingredientes más lujosos y preciados, como el exquisito caviar, el excepcional platino y el opulento oro, La Prairie ha elevado la ciencia hasta el arte.