INNOVACIONES

Pioneras de la ciencia

Innovadoras pioneras y su legado

La ciencia es, en esencia, una búsqueda para descubrir hechos de gran relevancia. Es un ámbito que, impulsado por la curiosidad, incitado por el deseo constante de adquirir conocimiento y empujado por la innovación, transciende la cultura y el género. Siempre ha habido científicas innovadoras, osadas y pioneras de un valor inconmensurable, cuyos descubrimientos han contribuido a conformar nuestra civilización. Su coraje, su determinación y su negativa a transigir en su excelencia han constituido un motor constante a la altura de su magnificencia intelectual. Gracias a un panorama cambiante basado en la igualdad, así como a los increíbles esfuerzos de las mujeres científicas y las organizaciones que las apoyan, sus contribuciones a nuestro entendimiento del universo que habitamos están por fin cosechando el reconocimiento que merecen.

EL ORIGEN DE LA CURIOSIDAD

El mundo de las ciencias, como disciplinas, se ha nutrido siempre de aquellas personas con una curiosidad insaciable, una inteligencia imparable, y una firme determinación de aportar auténticos cambios al mundo y las vidas de los demás. Así pues, la ciencia siempre ha contado con mentes femeninas y pioneras extraordinarias, de las que un gran número ha revolucionado completamente principios de su campo de estudio. Sus contribuciones se remontan hasta incluso el Antiguo Egipto, cuando Merit Ptah, considerada el primer profesional de la obstetricia, estableció los primeros principios de la tocología y sirvió de inspiración a muchísimos otros gracias a las vidas que salvó y las personas que ayudó a traer al mundo.

Las mujeres han desempeñado siempre un papel importante en el avance del pensamiento científico y los descubrimientos, pero, sin duda, la historia no ha defendido sus logros como corresponde a su relevancia. Continuamente han existido ejemplos de mujeres cuyas hazañas se han relegado a un segundo plano en favor de las de los hombres. De hecho, solo ahora, ya en el siglo XXI, están empezando a recibir reconocimiento por los cambios y los avances que han aportado.

Entre estas figuras ensombrecidas, se encuentra Rosalind Franklin, que realizó un trabajo realmente innovador que permitió extraordinarios descubrimientos sobre la naturaleza del ADN. Además, dedicó toda su vida a trabajar en las imágenes por difracción de rayos X, que revelaron la forma de los componentes básicos responsables de la vida misma. Sin embargo, gracias a ello, fueron sus compañeros de equipo, hombres, los que ganaron el Premio Nobel de Medicina en 1962. Es más, esto mismo pasó no solo una vez, sino dos: su trabajo sobre la estructura molecular de los virus permitió a otro compañero de su equipo hacerse con el Premio Nobel de Química en 1982. Rosalind Franklin no es la única en esta lista: Mileva Maric-Einstein, Henrietta Swan Leavitt y Vera Cooper Rubin también corrieron la misma suerte.

NUEVOS CAMINOS HACIA NUEVOS MUNDOS

El futuro de las mujeres en el mundo de la ciencia tiene unas perspectivas bastante más halagüeñas y se prevé que la desigualdad de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) continúe mermando y desapareciendo en las próximas décadas, gracias a una serie de tendencias positivas. Se debe a diferentes factores, entre los que no faltan avances científicos de alto nivel encabezados por mujeres brillantes en los últimos años.

En 2019, la presencia femenina en la ciencia dio pasos de gigante con un logro extraordinario: la primera incursión en el espacio realizada íntegramente por mujeres —las astronautas Christina Koch y Jessica Meir—. En este campo de exploración científica tan exigente se han abierto caminos hacia una mayor representación femenina en los proyectos espaciales en todo el planeta, lo que demuestra con total claridad que, para las mujeres de hoy y del mañana, no existen límites en lo que pueden llegar a conseguir.

En los últimos años, ha surgido un gran número de programas y patrocinios no solo para rendir homenaje a las grandes mujeres de la historia de la ciencia, sino también para impulsar una nueva generación de científicas pioneras. Desde 2003, el premio Royal Society Rosalind Franklin Award ha proporcionado ayuda financiera a mujeres que intentan ahondar en sus investigaciones científicas. Además, el programa de la UNESCO For Women in Science ofrece becas sustanciosas para apoyar a aquellas mujeres que se esfuerzan por que se alcancen nuevas cotas en sus campos de especialización. El respaldo de estas instituciones, entre otras, ha demostrado una vez tras otra que apoyar a las mujeres en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas no solo resulta positivo en las propias disciplinas en las que trabajan e investigan, sino también para nuestra civilización al completo.

EN POS DEL EQUILIBRIO Y LA AMBICIÓN

Los tiempos están cambiando y las actitudes hacia la mujer en la ciencia empiezan a ser otras —podemos ver pruebas de ello en todas partes hoy en día—, especialmente en lo que respecta a la concienciación general sobre las mujeres científicas en la historia. Se están llevando a cabo enormes esfuerzos para rendir tributo a sus logros, aunque, a menudo, con un telón de fondo de hostilidad e intolerancia, y se está empleando el espíritu innovador de estas pioneras para fomentar en todos la curiosidad y servir de inspiración para realizar grandes descubrimientos.

Existe de verdad un auténtico interés público y una gran urgencia por poner de relieve y conocer las historias aún no contadas de estas mujeres, así como garantizar que su legado no se deje atrás nunca más. La publicación de libros de éxito como “Figuras ocultas” refleja esta quintaesencia de la curiosidad y el respeto, donde se agasaja al lector con historias de coraje y perseverancia que influyeron positivamente en cómo vivimos nuestras vidas hoy en día. Diversos eventos culturales, como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia proclamado por las Naciones Unidas, también nos impulsan a todos a pararnos a pensar en la importancia de las mujeres científicas, y de qué formas la inclusividad y la motivación nos benefician a cada uno de nosotros.

Sunita Williams, astronauta estadounidense con el récord de ser la mujer que ha paseado por el espacio durante más tiempo, se ha embarcado en la misión personal de animar a mujeres y niñas a adentrarse en el mundo de la ciencia con el mensaje poético y poderoso de que la infinidad del espacio es el único límite para lo que la excelencia de la mente humana, con independencia del género, puede conseguir. Las mujeres científicas, tanto en el presente como en el pasado, han luchado por el avance del conocimiento y la sabiduría de la raza humana, a pesar de no tener a su favor innumerables circunstancias sociales. A pesar de que no se ha alcanzado aún la igualdad absoluta, cada día que pasa queda más claro que la curva de la historia continúa tendiendo a ello.