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El origen de la armonía

Buscando el significado de la armonía, del clasicismo al modernismo.

La armonía se define como una “disposición agradable de varios elementos”, tanto si se trata de notas en una melodía como de relatos en paralelo o de un orden visual de composición y color. El concepto de la armonía se remonta a la época de Pitágoras, el primer matemático que consideró los números como la gran conexión del universo. Y, por supuesto, en las matemáticas todas las cifras deben ser congruentes. La propia raíz de la palabra, “harmos”, significa unir, conectar y encajar. Por eso, en la mitología griega, Harmonía es la diosa de la armonía y de la concordia, ya que estar en armonía es estar en paz, sentir tranquilidad, estar en calma.

Las raíces de la armonía

Cuando pensamos en armonía, nos viene a la mente una sinfonía de sonidos, un conjunto de notas o acordes tocados simultáneamente. Si bien el sistema de afinación pitagórico se atribuye a Pitágoras, en el siglo IV a. C., muchos otros matemáticos, físicos y filósofos contribuyeron al estudio de la armonía, como, Aristóteles, Platón, Ptolomeo y Euclides.

En el siglo XII, la palabra latina y griega “harmonia” se entendía como un “acuerdo de sonidos”. Y, a finales del siglo XIV, el nombre “harmonie” en francés antiguo se tradujo como “una combinación de tonos agradables al oído”.

En 1722, el compositor francés Jean-Philippe Rameau (1683-1764) publicó Traité de l’harmonie. A día de hoy, sigue siendo uno de los escritos más destacados sobre la tonalidad y el lenguaje armónico. Rameau se basó en la ciencia para explicar la naturaleza de este fenómeno musical, estableciendo una relación entre los principios de la música tonal y la física del sonido y de la acústica.

Los teóricos de la música continúan estudiando el concepto de armonía, preguntándose por qué determinados sonidos resultan agradables al oído a lo largo de las épocas. De hecho, los estudios han demostrado que los bebés reconocen la armonía. Esta tonalidad de armonía se ha representado en todos los modelos musicales, en todos los estilos y en todas las épocas, desde Bach a Beethoven, desde Brahms a Mahler, y así sucesivamente, pasando por el jazz y el góspel, hasta la música pop actual.

Portada de “Traité de l’harmonie” de Jean-Philippe Rameau, 1722.
La visión de la armonía
Paul Klee, “Motion of a Landscape”, 1914, Los Angeles County Museum of Art (LACMA), donación de Janice y Henri Lazarof, ©2021 Digital Image Museum Associates/LACMA/Art Resource NY/Scala, Florence.

Esa belleza que encontramos en la música constituye la esencia de la búsqueda conceptual moderna de la armonía en la arquitectura y en el arte. Así como nuestro cuerpo está intrínsecamente en sintonía con el sonido de la armonía, también lo está con su aspecto y con las sensaciones que despierta. Deseamos estar rodeados de armonía para que nos inspire, nos sirva de base, nos haga sentir bien.

Uno de los primeros ejemplos de armonía llevada a la arquitectura es el Partenón en Atenas. Muestra los ideales de las matemáticas como se exponen en la naturaleza, al mismo tiempo que marca un estilo más dinámico que las estructuras monumentales anteriores. Conjuga una perfecta comprensión de proporción con una valoración de estilo, siguiendo una relación y anchura de 9 a 4, un sello distintivo de la arquitectura clásica.

La arquitectura moderna lleva este ideal de proporciones perfectas aún más allá. La ornamentación se elimina, en favor de superficies planas, líneas limpias, asimetría en equilibrio, geometrías sencillas y materiales sin adornos, incluso desnudos. Estos fueron los principios fundamentales del movimiento Bauhaus de principios del siglo XX, ilustrados en los diseños de Ludwig Mies van der Rohe y Marcel Breuer, que llegarían a influir a diseñadores como Philip Johnson…

Estos ideales no se limitaron al diseño, sino que también se aplicaron al arte. Por supuesto, una de las principales inquietudes de los artistas siempre ha sido conseguir una composición equilibrada entre el primer plano y el fondo, el sujeto y la perspectiva. Sin embargo, la abstracción permitió a los artistas explorar los principios de la armonía sin restricciones de representación. Los artistas, por su parte, concentraron su atención en el material y en el objetivo, ya fuera el color negro, blanco o los colores primarios rojo, amarillo y azul. Piet Mondrian, Josef Albers, Wassily Kandinsky y Paul Klee buscaron la armonía en la imagen, renunciando incluso a la elección obvia de la simetría para explorar las barreras y los límites más alejados del equilibrio.

Mondrian, por ejemplo, era famoso por trabajar con poca luz en su estudio, entrecerrando los ojos ante un lienzo en un estado casi meditativo. Si al contemplar una obra tenía la sensación de estar observando fijamente el mar o un bosque al atardecer, entonces, se trataba de un buen resultado. Estos maestros del arte moderno creían que buscando la armonía en los lienzos, podrían llegar a la propia esencia, el alma, la belleza más pura.

La búsqueda de la armonía

Armonía: intrínseca a la naturaleza, es una concordancia de elementos, separados pero unidos. Desde tiempos inmemoriales, los artistas han buscado la armonía, intentando crear un equilibrio dinámico, un todo mayor que sus partes. Sin embargo, a pesar de que la armonía es algo que buscan muchos, muy pocos la dominan.

Los científicos de La Prairie han querido dominar la armonía de la juventud, una armonía que es fugaz. Esta búsqueda científica ha culminado con un descubrimiento centrado en los ligamentos de la piel: los pilares verticales de la piel. Los ligamentos de la piel están directamente relacionados con elementos esenciales de la armonía facial, y, hasta ahora, no habían sido abordados por el cuidado de la piel.

Años de investigación han dado como resultado el nuevo ingrediente de caviar, caviar infinito, una combinación ideal de ingredientes de caviar patentados que se han enriquecido con un ingrediente activo altamente eficaz, diseñado para ayudar a reforzar y redensificar visiblemente la piel.

El caviar infinito se incluye en el nuevo Skin Caviar Harmony L'Extrait, que abre un nuevo capítulo en la ciencia de los beneficios tensores y reafirmantes. La armonía del rostro se ha dominado.

 
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