Arte y arquitectura

Dominando el tiempo en el arte

CÓMO LOS ARTISTAS SE ESFUERZAN POR CAPTURAR Y APROVECHAR LA NATURALEZA ESQUIVA Y LA BELLEZA DEL TIEMPO.

Junto a la belleza, el tiempo ha sido uno de los temas más explorados por los artistas desde las primeras pinturas rupestres hasta las actuales formas de representación visual más avanzadas. El arte, en su mejor expresión, refleja el momento en que vivimos, registrando en la historia la verdad de nuestra experiencia y nuestra existencia. Los artistas cuentan con una capacidad única y una perspectiva que les permite no solo capturar la naturaleza del tiempo, sino, además, dominar su esencia, para transmitir un mensaje, conectar con un público y compartir una forma de ver del mundo.

Capturando el tiempo

Marcar y medir el paso del tiempo es una de las formas que emplean los artistas para explorar su realidad. A través de la observación intensa y de destrezas técnicas, hoy en día los artistas pueden trazar su continuidad, tanto a través de la progresión natural de nuestro entorno como a través del hermoso hastío de las horas del día.

El colectivo artístico teamLab refleja los ciclos de las estaciones de forma exquisita a través de instalaciones inmersivas. En Flowers and People, Cannot be Controlled but Live Together - Transcending Boundaries, A Whole Year per Hour (2017), por ejemplo, los visitantes experimentan el ciclo de germinación, crecimiento y florecimiento de las flores a lo largo de un año en una sola hora. En ese acto de observación, obtienen una nueva perspectiva de su propia relación con la naturaleza y el tiempo.

En su obra del año 2001 Catherine’s Room, el videoartista Bill Viola ofrece una visión íntima de un día en la vida de una mujer, desde que se levanta hasta que se acuesta. Sus movimientos, actividades, o su quietud, junto a la visión de su habitación, expresan la acumulación de todos los pequeños momentos vividos en el transcurso de 24 horas.

teamLab, Flowers and People, Cannot be Controlled but Live Together - Transcending Boundaries, A Whole Year per Hour, 2017, instalación digital interactiva, Sonido: Hideaki Takahashi © teamLab, cortesía de Pace Gallery.
Deteniendo el tiempo
Franchise Freedom de DRIFT en Design Miami/Basel, 2017. Fotografía de Jon Ollwerther.

El tiempo cuenta con sus propias características escurridizas que, de alguna forma, le permiten acelerar o ir más lento. Si bien es concreto y totalmente objetivo, de alguna manera, nuestra percepción del tiempo siempre es subjetiva. Puede que aquí sea donde el artista puede trabajar mejor, usando esta dimensión en su provecho. En sus obras, los artistas tienen la particular capacidad de hacernos sentir totalmente presentes, invitándonos a entregarnos, a observar y a sentir.

Las habilidades que se requieren para crear ese tipo de momento no son sencillas. Los componentes del estudio de arte DRIFT son maestros en la creación de espectáculos artísticos inolvidables. Combinan las propiedades de la naturaleza con herramientas tecnológicas para ofrecer un momento de trascendencia y conexión. Obras como Franchise Freedom, Fragile Future, Flylight, o The Particle Plan reúnen a espectadores para que sean testigos de un momento mágico creado mediante el poder del tiempo, la precisión, la tecnología y la naturaleza. Al imitar una bandada de aves volando o al jugar con dientes de león que emiten luz creando una sensación de asombro y maravilla, los artistas de DRIFT son expertos en imaginar experiencias donde el tiempo parece detenerse.

James Turrel, uno de los líderes del movimiento Light and Space, crea entornos que invitan a los espectadores a detenerse, a estar en silencio y a entregarse por completo al movimiento del tiempo. Sus espacios muestran con exactitud el tiempo a través de la luz, enmarcando no solo la hora del día, la estación y el año, sino, además, nuestro propio encuentro personal. Su espacio de cielo Greet the Light en Chestnut Hill, Filadelfia, está diseñado para observarse al amanecer o al atardecer, cuando los cambios de la luz son más impresionantes.

El tiempo, a pesar de ser constante, tiene un aire de misterio y de prodigio para todos, pero especialmente para los artistas. En su afán por capturar y traducir su esencia, los artistas deben dominar su naturaleza y sus características, encontrando una forma, como solo ellos saben, que nos permita vivir y disfrutar verdaderamente de nuestro propio presente y de nuestra propia presencia.