Arte y arquitectura

La fascinación por el color azul cobalto

Por qué la mirada del artista continúa gravitando hacia el vibrante color.

A lo largo de la historia humana registrada, los artistas han escogido el color azul cobalto para reflejar la vitalidad y la inmensidad del cielo y del mar, o para representar la esencia de la pureza y la belleza. El primer azul sintético se creó en el antiguo Egipto en 2200 a. C., encontrándose en pinturas murales, esculturas, muebles y otros objetos. Uno de los primeros usos del azul cobalto puede encontrarse en las piezas de cerámica china de principios de la dinastía Tang en el siglo VII, cuyo extraordinario e intenso pigmento se extraía de minerales de cobalto persa. En las bellas artes, artistas como Vermeer, Renoir, Monet y Van Gogh crearon obras maestras donde el azul cobalto adquiere una importancia sorprendente. Este color incluso marcó la carrera de algunos pintores, como es el caso del artista neoclásico estadounidense Maxfield Parrish.

Un color se convierte en un icono

Gracias a los numerosos y ricos ejemplos históricos en los que poder inspirarse, los artistas modernos adoptaron el azul cobalto, estudiando su potencial conceptual. La obra de Yves Klein es prácticamente sinónimo de este color, siendo célebre la afirmación del artista según la cual, el cielo azul había sido su primera obra de arte. Klein describía sus icónicas pinturas monocromáticas de este color como una “ventana abierta a la libertad, como la posibilidad de sumergirse en la inconmensurable existencia del color”.

Más allá de sus obras abstractas, el artista francés usaba el azul cobalto para crear instalaciones, esculturas y experiencias envolventes. Nancy Spector, antigua comisaria jefe del Guggenheim, afirmó: “Es célebre por su uso casi exclusivo de un pigmento ultramarino en polvo sorprendentemente vibrante, que patentó con el nombre ‘International Klein Blue’, afirmando que representaba la manifestación física de la energía cósmica que flota en el aire y que, de otro modo, sería invisible”.

Una contemporánea de Klein, Niki de Saint Phalle, tenía un profundo y hábil conocimiento de la habilidad de este color para evocar poder y emoción. La artista francoestadounidense es venerada por sus esculturas voluminosas, sus entornos inmersivos y por un uso audaz de los materiales. Tenía un asombroso ojo para potenciar la vivacidad de las tonalidades y los matices, diciendo de sí misma que estaba “embriagada de estos colores puros y mágicos”.

De Saint Phalle usaba colores como el azul cobalto para añadir intensidad, énfasis y alegría a sus inconfundibles ensamblajes. “Si una de mis esculturas puede dar un momento de alegría, un momento de vida a un transeúnte, me siento recompensada”, decía. Su último proyecto monumental, un paisaje onírico arquitectónico público titulado The Grotto, encarna un enclave asombroso bañado en azul cobalto. Sus paredes de mosaico, resaltadas con rincones con sus figuras esculturales danzantes, estaban inspiradas en otro entusiasta de este vivo color: Henri Matisse.

“Forms - Plate IX” de “Jazz”, 1943-47, Henri Matisse. Editor: Teriade Editeur, París, 1947. Imprenta: Edmond Vairel, París. The Louis E. Stern Collection. © 2021. The Museum of Modern Art, Nueva York/Scala, Florencia. ©2021 ProLitteris, Zúrich.
Un color hipnótico
La Muralla Roja de Ricardo Bofill. Foto ©Gregori Civera

El azul cobalto también tiene la capacidad de hipnotizar y de transportar cuando los creativos y los diseñadores lo emplean para evocar serenidad y transformación. Una obra maestra moderna de mediados de siglo que lleva el audaz color hasta niveles más allá de lo mundano es el New York Hall of Science. Diseñado originalmente por el estudio de arquitectura Harrison y Abramovitz para la Feria Mundial de 1964-5, su ondulado exterior de hormigón esconde una envolvente atmósfera en su interior. Con su vertiginoso patrón de 5000 paneles de azul cobalto luminoso, los diseñadores pretendieron crear una ilusión espacial interminable. En el interior, esta maravilla arquitectónica hace que los visitantes se sientan inmersos en los misterios y la majestuosidad del océano.

La Muralla Roja de Ricardo Bofill ofrece otra maravilla de inspiración marina. El arquitecto español concibió “La Muralla Roja” enmarcada por los destellos del mar de la bahía de Calp. Su imponente exterior presenta tonalidades de coral, que delimitan un laberinto interior de vertiginosas y asombrosas escaleras azules. Bofill empleó aquí el cobalto azul, junto al movimiento de la luz y los efectos de las formas y las sombras, para hechizar y fascinar.

El artista contemporáneo Doug Wheeler es un pionero del movimiento de la luz y del espacio. Sus instalaciones de luz “Light Encasements” y “Light Paintings” juegan con nuestra percepción de espacio, volumen y color. El artista explora la luz de los ambientes, especialmente en ejemplos de azul cobalto luminoso, e interactúa con la arquitectura, diseñando experiencias expansivas y trascendentales que intensifican los sentidos, y donde el tiempo y el espacio pueden desaparecer.

Ya sea para capturar una energía cósmica, para irradiar una sensación de libertad, o para transportar a otra dimensión, los creadores y autores siguen enamorándose del color azul cobalto. El inconfundible tono de evocación y profundidad infinita continúa cautivando al público y a los artistas por igual.

LA COBALT NIGHT

Los sueños surgen en la oscuridad, cuando nos rendimos por completo a la creatividad de la noche. De noche es cuando las trivialidades de la vida se disipan, cuando lo esquivo se revela y se puede crear con total claridad. Es en esta claridad donde un único y potente color, el azul cobalto, envuelve los sueños de creatividad. Un color de feminidad, de audacia, de fuerza. Un color que anhela convertirse en vida. Es el color de la vida por la noche: la Cobalt Night. Los científicos de La Prairie se hicieron una pregunta muy sencilla. ¿Qué más debería desvelar la noche? A través de amplias investigaciones sobre las misteriosas cualidades nocturnas del caviar, identificaron una propiedad esquiva que solo existe, que solo se desarrolla, durante la noche. Los científicos de La Prairie exploraron el potencial desconocido de la noche y crearon una nueva forma de caviar suizo: el Caviar Retinol. Incluido en el nuevo Skin Caviar Nighttime Oil, una combinación única de retinol derivada del caviar y los lípidos del caviar, el Caviar Retinol aprovecha todo el potencial de la Ciencia del Caviar para difuminar las líneas de expresión, más allá de sus propiedades tensoras y reafirmantes.